domingo, 30 de diciembre de 2012

SOPA DE COLIFLOR


  Esta sopa viene muy bien para los fríos días del invierno, a mí me encanta, para mí que lo reúne todo: es muy fácil y rápida de hacer, sana, vegetariana, barata, sabrosa y calentita. Guarda mucho el calor así que conviene tenerlo en cuenta para prepararla un rato antes de servir y un largo rato se mantendrá muy caliente. Para la estación del verano se puede igualmente hacer pero dejándola templar, claro!

INGREDIENTES:
-Aceite de oliva, un chorreoncito.
-Ajos, unos 5 o 6, según guste y según de que tamaño sean.
-Pan, como un cuarto u un tercio de una barra.
-Coliflor, una (yo usé una pequeña y me dio como para unas cuatro raciones, así que cunde bastante).
-Agua, la necesaria para cubrir la coliflor.
-Sal, un puñadito.
-Vinagre (opcional), unas gotas.

MODO DE PREPARACIÓN:

1. Preparamos la coliflor: le quitamos el tallo y las hojitas verdes dejando sólo la parte blanca. Aquí vemos como queda:

  La troceamos en trozos grandes con cuidado de no romperla mucho y los lavamos bajo el grifo de agua. Aquí ya vemos los trozos en que me quedó separada y ya lavaditos:

2. Ponemos los ajos picados en una olla, con una lámina de aceite, a fuego bajo, los removemos un poco y esperamos a que tomen un poco de color. Tener en cuenta que no debemos dejarlos que tomen más color, pues si los dejamos más al final acabarán quemándose, ya que junto al pan también se seguirán haciendo. Aquí los vemos recién echados en la olla:

3. Una vez hayan cogido un poco de color, echamos los dados de pan y removemos. Se deja que se vaya tostando el pan, removiendo de vez en cuando y con el fuego bajo. Aquí vemos los dados de pan al poco de echarlos:

  Dejamos hasta que se pongan tostados el pan y los ajos. Aquí podemos verlos:

4. Echamos el agua, calculando echar lo justo para que cubra los trozos de coliflor, pues si echamos más corremos el riesgo de que al final nos quede el caldo aguado. Subimos el fuego y esperamos hasta que rompa a hervir. Aquí vemos el agua recién echada y el pan flotando:

  Cuando ya hierva echamos la coliflor y dejamos que hierva todo junto, a fuego medio, al principio sin tapar, pues tiende a subir y salirse. Cuando ya esté más avanzada la cocción -que haya reducido tanto la coliflor como el caldo- sí podemos tapar vigilando que no se salga. Al final debe quedar la coliflor cocida blandita y el caldo reducido y espeso. Yo la suelo dejar unos 40 minutos. Y ya casi al final le echo el puñadito de sal. Aquí vemos los trozos de coliflor recién echados:

Y ya pasado el tiempo, una vez terminada así queda en la olla:

Y aquí podemos ver la ración en el plato (se puede servir con unas gotitas de vinagre por encima):


Aquí de cerca vista del caldito:




viernes, 30 de noviembre de 2012

TRUFAS DE CHOCOLATE




  Es la primera vez que hago esta receta, pues no suelo hacer postres, pero sí que me gusta el chocolate. Quedaron muy ricas, la masa quedó muy bien tanto de sabor como de textura. Lo único que fui un poco patosa a la hora de "rebozarlas" en las coberturas, se me fueron mezclando, así que la próxima vez he de "rebozarlas" con más cuidado. Esta receta viene estupenda para las fiestas que se aproximan: para la Navidad. Incluso se pueden poner bonitas sobre papel rizado y empaquetarlas  y hacer con ellas un regalo chulo. Además ahora aprovechando el frío de por aquí no hay problema de que se estropeen.

INGREDIENTES:

-Chocolate para fundir, yo compré una tableta que ponía: especial postres -fácil de fundir-, y de 200 gr.
-Nata líquida para cocinar, usé un brik de 200 ml.
-Mantequilla sin sal, aproximadamente 50 gr.
-1 huevo.
(de azúcar sólo llevan el de la tableta de chocolate, así que no le añadí y no les hizo falta, estaban en su punto de dulces)

MODO DE PREPARACIÓN:

  En un bol poner la tableta de chocolate troceada, en onzas,  cuanto más troceada será más fácil fundirla después.

Aquí vemos la tableta troceada siguiendo las onzas en que venía dividida:

  En un cazo poner la nata y la mantequilla y calentar a fuego suave hasta que hierva, removiendo continuamente. Debe ir hirviendo suavemente y vamos removiendo y rompiéndole el hervor y que así vaya espesando poco a poco. Debe perder agua y quedar como una masa espesa, a mí me quedo de una textura parecida a una bechamel.

Aquí la vemos haciendo burbujitas hirviendo suavemente:

Y empezamos a remover con una espátula de madera:


  Cuando haya espesado, verter en el bol sobre el chocolate previamente troceado, remover inmediatamente para que con el calor de la nata el chocolate empiece a fundirse, remover hasta que se funda completamente, y se integren la nata y el chocolate.

Aquí vemos el proceso de integración de la nata y el chocolate:

  Cuando ya estén integrados, dejamos que pierda calor para que al añadir la yema ésta no se coagule con el efecto del calor, pero tampoco ha de estar frío, sino un poco caliente. Así que añadimos la yema que previamente habremos separado de la clara (y ésta reservado en un bol para después batirla). Con el ajetreo se me pasó hacer la foto de la yema echada en la masa. Remover de inmediato hasta que la yema desaparezca por completo dentro de la masa. Y dejamos enfriar.

Pongo una foto de una yema de huevo, ésta no es mía, pero la pongo para recordar que hay que echarle la yema en este paso (después de integrar la nata):

Al final, una vez ya integrada la yema, quedará una masa así (y la dejamos enfriar):

  Montamos la clara a punto de nieve en un bol pequeño, como es sólo una para que así se monte mejor. Yo la monté a mano con tenedor echándole una pizca de sal y unas gotas de limón para que endureciera, es un truco para que quede más firme y sirvió. Al final debe quedar dura, a punto de nieve que se llama.

Aquí la vemos ya montada:

  Una montada vertemos sobre la mezcla del chocolate una vez fría. La intregramos en la mezcla con movimiento envolventes de abajo a arriba y despacio, que se quede integrada en la masa, pero tampoco remover mucho porque si no se baja. Tenemos que ver que la masa coge la espumosidad y el brillo de la clara. 

Aquí vemos la clara montada sobre la masa:

Una vez revuelta así quedó (más brillante y espumosa):


  Tapamos bien el bol para que no coja olores del frigorífico y yo la dejé toda la noche. Al día siguiente la masa estaba con una textura dura.

Aquí vemos como quedó la masa después de la noche en el frigo, se ve que está dura, se ve el corte de meterle la cuchara y no se desmoronaba, se quedaba firme:


  Hacer bolas ayundándonos con una cucharilla para sacar un pedacito y con las manos formar una bola con suavidad, porque aunque la masa esté dura con el calor de las manos y la fricción puede perder firmeza. Así que amasar las bolitas con cuidado. A continuación pasarlas por las coberturas que hayamos elegido.


Aquí vemos las coberturas: almendra molida, fideos de colores y cacao en polvo amargo (sin azúcar):

Aquí vemos de cerca la bola de la trufa encima de los fideos de colores:

Y al final así quedaron todas:

Mi perrito krispie se acercó para olerlas:

Las tapé y las dejé en el frigo, aguantan unos días, y pasado unos días congelé las que me sobraron para conservarlas:


Aquí vemos de cerca las de cobertura de cacao en polvo sin azúcar:

Aquí vemos de cerca las de cobertura de fideos de colores:

Aquí vemos las de cobertura de almendra molida:

Y al final hice dos que puedo llamar de cobertura mixta, je,je, porque, por poner todas las coberturas en el mismo plato, al final se me mezclaron las tres coberturas, así que para la próxima vez mejor poner cada cobertura en un plato, por separado, porque si no se mezclan: